Asado
El asado tiene raíces que se remontan a la época de los gauchos en el siglo XIX. Los gauchos, que eran los vaqueros de la llanura pampeana, desarrollaron técnicas de cocción al aire libre, utilizando fuego y carne de ganado. Con el tiempo, esta práctica se convirtió en una tradición que se ha transmitido de generación en generación.
El asado no es solo acerca de la comida; es una experiencia social. Normalmente, se lleva a cabo los fines de semana y se convierte en un evento donde amigos y familiares se reúnen. El "asador", la persona encargada de la cocción, asume un papel central, y a menudo se le considera un experto en el arte de asar.
Mientras la carne se cocina, es común que los asistentes disfruten de aperitivos como empanadas, picadas (platos fríos con fiambres y quesos) y, por supuesto, vino tinto, que es una parte fundamental de la gastronomía argentina. El mate, una infusión tradicional, también suele estar presente.